Ay Coyolito. ¿Por donde empezar? Este no era mi primer
viaje a Coyolito, que esta localizado en el sur del país, pero si era mi
primera vez visitando la linda isla de Amapala, que se encuentra a como 15
minutos en lancha desde Coyolito.
Coyolito es una historia que aún no termino, porque
honestamente no lo he conocido como es debido. Amapala, en cambio, si conocí un poco más aunque
aún muy poco.
Este post comienza con un amanecer divino y fuera de la rutina, que surgió despues
de un intento fallido de lograr ver la luna roja. Me levante mucho antes de las 5 am y, junto
con mi aquel entonces novio, fuimos al muelle, seguros que ahí estaría el
resto de los capitalinos muriendo por ver la luna roja. Haha, que engañados
estábamos. En pijamas, y solos con mi camara, espere a ver la tal luna de ese
color prometido, pero en cambio solo vi una pequeña luna definitivamente no
roja.
"When life hands you lemons..."Aprovechando la hora y la camara,
corrimos contra el tiempo (literalmente) hasta encontrar el lugar indicado de donde terminé tomando muchas de mis fotos favoritas.
Me llene de felicidad practicando mi hobbie que tanto amo, y admirando lo hermosa y perfecta que es la naturaleza. Estuvo buena la luna.
Me llene de felicidad practicando mi hobbie que tanto amo, y admirando lo hermosa y perfecta que es la naturaleza. Estuvo buena la luna.
Días despues o quizas el mismo día, zarpamos a Amapala: isla que no conocía
pero que todos decian lo mismo, "es hermosa". Arribamos al muelle de
Amapala, repleto de personas buscando salir o llegando a la isla, y perfumado
con los olores de baleadas y frituras. Nos atravesamos el mar de gente, y
echamos viaje al pueblo.
Amapala inmediatamente transpira ese encanto que solo puedo asumir es el mismo
encanto de islas como Cuba. No quiero decir porqué, porque de verdad me duele
pensarlo.
Amapala aún sin recibir el amor que merece, realmente es hermosa y tiene tanta pero tanta personalidad, con su gente tan dulce que parecieran no guardar rencor alguno por el olvido, sus casas de madera pintadas con colores brillantes y lo siguiente...
Amapala aún sin recibir el amor que merece, realmente es hermosa y tiene tanta pero tanta personalidad, con su gente tan dulce que parecieran no guardar rencor alguno por el olvido, sus casas de madera pintadas con colores brillantes y lo siguiente...
Yo tengo MUCHAS
debilidades, entre ellas, edificios abandonados por el tiempo, y Amapala
(tristemente) está repleta de ellos. Es como estar en un lugar que guarda
secretos y seguramente historias maravillosas de tiempos mejores. En fin, no seguiré contando todo lo que ame de Amapala porque se me esta haciendo largo el cuento, pero muero por regresar, y espero que
llegue el día en que esta isla reciba la reestructuración y rejuvenecimiento que merece,
porque es de los lugares más distintamente hermosos de mi país que he conocido.
Termino el post con fotos de un hermoso atardecer, con las ganas de regresar, y con la esperanza que los haya dejado picados con ganas de también querer conocer estas joyas del sur.
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