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lunes, 10 de octubre de 2016
Festival del Choro y El Vino- La Esperanza (Parte 2: La Esperanza de noche)
martes, 9 de agosto de 2016
Festival del Choro y El Vino -La Esperanza ( Parte 1: bailes típicos/ El Guancasco/ mercados)
Que mejor día que hoy,
9 de Agosto, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, para contarles
sobre mi visita a La Esperanza.
Hace ya casi dos meses, visité La Esperanza para poder participar en las celebraciones del Festival del Vino y el Choro. Desde que regrese a Honduras he querido ir a este festival y ya en mi tercer año aquí, a la carrera y con poco tiempo pero mucha determinación, logre ir.
Unos (mínimo) 10 años atrás, pasamos una Semana Santa con mi familia y la familia de mi mamá en La Esperanza, y hasta el día de hoy nos reímos de esa idea. Esa Semana Santa ha sido la única que he (perdón, hemos) pasado abrigadísimos, con suéteres y muriéndonos del frio. Desde entonces no regrese, pero si tengo pocos recuerdos del centro del pueblo y sus tienditas. De su comida, extrañamente, no mucho recuerdo (excepto haber probado un "atol chuco" en un puesto que aún sigue al principio del pueblo).
Esta vez fue totalmente diferente. Nada de frio, visité el pueblo con amigos fotógrafos, y con un propósito: probar los famosos "choros" (y tomar fotos, obvio, jaja).
1. ¿Qué sabía yo de los choros?
R:// Que eran hongos silvestres que crecían en una época del año en específico. Punto.
2. ¿Qué sabía yo del famoso festival?
R:// A eso venía a averiguar. Porque decir que sabía poco es decir mucho, jaja.
Hace ya casi dos meses, visité La Esperanza para poder participar en las celebraciones del Festival del Vino y el Choro. Desde que regrese a Honduras he querido ir a este festival y ya en mi tercer año aquí, a la carrera y con poco tiempo pero mucha determinación, logre ir.
Unos (mínimo) 10 años atrás, pasamos una Semana Santa con mi familia y la familia de mi mamá en La Esperanza, y hasta el día de hoy nos reímos de esa idea. Esa Semana Santa ha sido la única que he (perdón, hemos) pasado abrigadísimos, con suéteres y muriéndonos del frio. Desde entonces no regrese, pero si tengo pocos recuerdos del centro del pueblo y sus tienditas. De su comida, extrañamente, no mucho recuerdo (excepto haber probado un "atol chuco" en un puesto que aún sigue al principio del pueblo).
Esta vez fue totalmente diferente. Nada de frio, visité el pueblo con amigos fotógrafos, y con un propósito: probar los famosos "choros" (y tomar fotos, obvio, jaja).
1. ¿Qué sabía yo de los choros?
R:// Que eran hongos silvestres que crecían en una época del año en específico. Punto.
2. ¿Qué sabía yo del famoso festival?
R:// A eso venía a averiguar. Porque decir que sabía poco es decir mucho, jaja.
Así que llegamos. El
viaje estuvo lindo, mucho más corto de lo que pensé, y el clima estaba divino
(había empacado ropa para frío por si las dudas, de las experiencias se aprende).
Llegamos el sábado por la tarde y comenzamos por el parque. Casi al llegar,
nuestros amigos que ya habían estado desde antes nos llevaron al centro
cultural de La Esperanza y desde afuera, en el patio, comenzamos a modificar
nuestros lentes, y tomar fotos de todos esos bellos vestuarios. Habían jóvenes en
sus trajes típicos llenos de colores brillantes, orgullosos de sus vestidos y
trajes, listos para posar para los fotógrafos aunque quizás habíamos estado
intentando de pasar desapercibidos. Luego vimos a un grupo inusual, unos 6
indígenas, los hombres vestidos de trajes verdes brillantes (que luego supe que
simbolizaban el color de la naturaleza), y las mujeres de mantas de colores
hermosos. Ellos también cargaban objetos desconocidos: una máscara, unas varas,
y unos tambores. La máscara era "El Guancasco" que era también el
nombre de la danza simbólica que ellos presentarían. Aunque muy tímidos hacia
las cámaras, los indígenas fueron muy generosos al explicarnos sobre El
Guancasco, dejarnos usar la preciosa máscara, y más que todo darnos a todos el
honor de presenciar tan hermoso baile que ellos han preservado durante
generaciones.**
Yo soy orgullosamente hondureña, amo todo de nuestra cultura, y me sentí emotiva al ver El Guancasco, sabiendo que muy pocos tenemos el honor de presenciar algo de nuestra cultura ancestral. Fue hermoso y un honor.
Luego de los bailes tradicionales, hubo una degustación de platillos elaborados con choros, y luego una competencia entre restaurantes de la zona, utilizando los choros de maneras creativas. Todo estuvo delicioso, muy interesante, y como Chef, me fascinó. Conocí algo nuevo de mi país, probé algo distinto, y disfrute de nuestra cultura.
Yo soy orgullosamente hondureña, amo todo de nuestra cultura, y me sentí emotiva al ver El Guancasco, sabiendo que muy pocos tenemos el honor de presenciar algo de nuestra cultura ancestral. Fue hermoso y un honor.
Luego de los bailes tradicionales, hubo una degustación de platillos elaborados con choros, y luego una competencia entre restaurantes de la zona, utilizando los choros de maneras creativas. Todo estuvo delicioso, muy interesante, y como Chef, me fascinó. Conocí algo nuevo de mi país, probé algo distinto, y disfrute de nuestra cultura.


** Explicación más detallada de lo que simboliza El Guancasco, por mi amigo Jabdiel Valladares:
"La mascara... posee mas de 100 años de antigüedad, su
origen se remonta a los tiempos de Lempira el cual utilizaba como método de
camuflaje de los españoles para que no pudieran reconocerlo, esta mascara es
utilizada en la ceremonia lenca del Guancasco la cual es heredada
de generación en generación...El Guancasco
representaba una fiesta de encuentro entre dos pueblos dispuestos a realizar un
pacto de paz.
Las
autoridades de realizar esta ceremonia se les conoce como Auxiliaría de la Vara
Alta.
Sus
miembros son los siguientes: 4 vareros, uno de los cuales porta la Vara Alta de
Moisés; 1 gracejo, quien lleva un bastón en forma de cusuco; 1 pitero ó
encargado de tocar la flauta de carrizo; 1 maraquero ó responsable de la sonaja
de semillas, quien se cubre con una máscara; y 2 pendoleros, que se encargan de
llevar los estandartes.
La Vara Alta y la máscara son representativos de la cultura Lenca los cuales usted puede apreciar en el logo de La Esperanza, Yamaranguila e Intibucá..."
La Vara Alta y la máscara son representativos de la cultura Lenca los cuales usted puede apreciar en el logo de La Esperanza, Yamaranguila e Intibucá..."
domingo, 10 de abril de 2016
Roatan, Semana Santa 2016
Esta Semana Santa solo pude tomar unas pocas fotografías. Tuve la intención de tomar más fotografías y creo que eso es lo que cuenta, jajaja.
Ultimamente estoy encantada tomando fotos en blanco y negro. Pienso que en pleno verano, en una isla caribeña llena de colores despampanantes, con un cielo azúl y hermoso, y con personas con tonos de piel tan radiantes, creo que el blanco y negro da un poco de balance y un contraste hermoso.
Sabiendo como es una playa latina en plena Semana Santa, ver algunas de estas fotografías siento que nos dan la falsa apariencia de tranquilidad, de momentos de páz y quietud enmedio de tanto bullicio, como si se respirara silencio. Algunas es casi como si por alguna razón fui afortunada de entrar en un momento muy privado lleno de emociones fuertes. Otras fotografías siento que nos regalan una muestra de esos detalles que se escapan y no siempre se aprecian cuando estamos tán apresurados vacacionando. Ustedes ya sabrán cuál es cuál.
En fín, un par de estas fotos ya se unen a mis fotografías preferidas
sábado, 9 de abril de 2016
La gran luna roja - Coyolito / Amapala
Ay Coyolito. ¿Por donde empezar? Este no era mi primer
viaje a Coyolito, que esta localizado en el sur del país, pero si era mi
primera vez visitando la linda isla de Amapala, que se encuentra a como 15
minutos en lancha desde Coyolito.
Coyolito es una historia que aún no termino, porque
honestamente no lo he conocido como es debido. Amapala, en cambio, si conocí un poco más aunque
aún muy poco.
Este post comienza con un amanecer divino y fuera de la rutina, que surgió despues
de un intento fallido de lograr ver la luna roja. Me levante mucho antes de las 5 am y, junto
con mi aquel entonces novio, fuimos al muelle, seguros que ahí estaría el
resto de los capitalinos muriendo por ver la luna roja. Haha, que engañados
estábamos. En pijamas, y solos con mi camara, espere a ver la tal luna de ese
color prometido, pero en cambio solo vi una pequeña luna definitivamente no
roja.
"When life hands you lemons..."Aprovechando la hora y la camara,
corrimos contra el tiempo (literalmente) hasta encontrar el lugar indicado de donde terminé tomando muchas de mis fotos favoritas.
Me llene de felicidad practicando mi hobbie que tanto amo, y admirando lo hermosa y perfecta que es la naturaleza. Estuvo buena la luna.
Me llene de felicidad practicando mi hobbie que tanto amo, y admirando lo hermosa y perfecta que es la naturaleza. Estuvo buena la luna.
Días despues o quizas el mismo día, zarpamos a Amapala: isla que no conocía
pero que todos decian lo mismo, "es hermosa". Arribamos al muelle de
Amapala, repleto de personas buscando salir o llegando a la isla, y perfumado
con los olores de baleadas y frituras. Nos atravesamos el mar de gente, y
echamos viaje al pueblo.
Amapala inmediatamente transpira ese encanto que solo puedo asumir es el mismo
encanto de islas como Cuba. No quiero decir porqué, porque de verdad me duele
pensarlo.
Amapala aún sin recibir el amor que merece, realmente es hermosa y tiene tanta pero tanta personalidad, con su gente tan dulce que parecieran no guardar rencor alguno por el olvido, sus casas de madera pintadas con colores brillantes y lo siguiente...
Amapala aún sin recibir el amor que merece, realmente es hermosa y tiene tanta pero tanta personalidad, con su gente tan dulce que parecieran no guardar rencor alguno por el olvido, sus casas de madera pintadas con colores brillantes y lo siguiente...
Yo tengo MUCHAS
debilidades, entre ellas, edificios abandonados por el tiempo, y Amapala
(tristemente) está repleta de ellos. Es como estar en un lugar que guarda
secretos y seguramente historias maravillosas de tiempos mejores. En fin, no seguiré contando todo lo que ame de Amapala porque se me esta haciendo largo el cuento, pero muero por regresar, y espero que
llegue el día en que esta isla reciba la reestructuración y rejuvenecimiento que merece,
porque es de los lugares más distintamente hermosos de mi país que he conocido.
Termino el post con fotos de un hermoso atardecer, con las ganas de regresar, y con la esperanza que los haya dejado picados con ganas de también querer conocer estas joyas del sur.
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